De niña, yo siempre queria un caballo. Pedía a mis padres, yo oraba a Díos, pero nunca recibí un caballo.  ¡Hace 3 meses, encontré un caballo! Mis vecinos tenían unos caballos por muchas años. Despúes un divorcio, ellos vendieron 3 de los caballos, pero no pudieron vender el ultimo.  El hombre se enfermó y no cuidó del caballo.  El caballo se delgasó casí a un  punto a morir. Una mañana, lo encontré en mi pastura, demasiado débil parase. Fui a informar mi vecino, pero él no puedo venir para ayudar. Me dijo - Puedo mandar un hombre para matarlo. - ¡Qué horror! le dije que si pude leventarlo, me lo iba quedar. Mis hijas y yo usamos el tractor con cuerdas para leventarlo. Nos cuesta casi 2 horas para lograrlo. Lo pusimos en el corral con nuestras cabras. Por 3 semanas, teniamos que levenatarlo cada dia con el tractor y cables especiales. Despúes el tercer semana Sebastián nos soprendió cuando se leventó por su mismo. 

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