¿Tienes un momento?  Necesito hablar contigo y quiero tu atención completa.  Es algo grave y serio, pero no es urgente, puede esperar hasta que tengas suficiente tiempo.  No quiero molestarte o hacer que te preocupes por mi innecesariamente, pero es algo que necesitas saber.  Me importas y espero que te importe.  Es por eso que quiero que sepas lo que está pasando.  Sé que recientemente no he estado compartiendo mucho contigo, que he estado cerrado, tal vez perdido en mis propios problemas.  Lo siento por eso, pero creo que vas a entender después de que hablemos.

Hace algunas semanas llegué a darme cuenta que he estado teniendo algunos problemas fiscales y mentales por mucho tiempo.  Es algo que me ocurrió gradualmente.  No eran graves, podia hacer lo que quería, pero me preocupaba que mis síntomas no iban a curarse, que necesitaban la atención de un experto.  Entonces fui a ver al doctor.  Ha estado el doctor de nuestra familia por muchos años.  Es un profesional muy respetado y confío en él.  Hablamos de mis síntomas.  Él quería saber todo de mi historia, todas mis enfermedades desde que era niño hasta el presente.  Hablamos de mi estilo de vida, cómo como, cómo me ejército, cómo duermo y cómo son mis relaciones con mi familia. Después de describirle todo, pensé que el entendía todo bien.

Después de hablar el doctor tenía una idea de lo que estaba pasando conmigo.  Pero prefirió no decirme hasta que podía confirmarla.   Luego el doctor hizo una serie de pruebas.  Revisó mi sangre, tomó rayos de equis, escuchó mi corazón y mis pulmones.  Las pruebas tomaron semanas.  Eran profundas. 

Los resultados eran completos y decisivos.  Nos vimos otra vez para revisarlos.  Me dijo que las pruebas y sus investigaciones confirmaron lo que estaba sospechando.  Que ciertamente yo estaba enfermo.  De hecho, estaba en la etapa final de la enfermedad.  Me dijo que todavía puedo vivir por años más, pero cado uno va a ser más difícil. 

Es una enfermedad que afecta a muchas personas.  Es difícil ver los efectos hasta que es demasiada tarde, cuando no puedes hacer nada para controlarlos.  De lo contrario, es muy fácil ver los efectos cuando están en otras personas.  Sólo cuando te afectan que no son tan obvios.  Es interesante que muchas personas los aceptan fácilmente.  Otras evitan la realdad y luchan contra la inevitabilidad.

Los síntomas cambian con cada de las tres etapas de la enfermedad.  La primera es extraña porque te vuelves más fuerte y aun tienes más y más energía.  Tu mente funciona mejor y mejor también.  Es casi como si fuera algo que te haría más fuerte para siempre.  Pero es una ilusión.  Esta etapa siempre se desvanece hasta la segunda.  La segunda es un periodo de tranquilidad.  Puedes tener años de aparentemente buena salud.  Pero la enfermedad se está escondiendo.  No es durmiente, es activo pero su proceso es lento y casi imperceptible. 

Luego, un día, notas que no puedes hacer lo que solía ser fácil.   Eventualmente no puedes respirar tan bien como antes y por eso tienes menos y menos energía.  Poco a poco notas que tus músculos están disminuyendo y tu piel se está aflojando.  Empiezas a perder el color de tu piel y de tu pelo también, si no lo pierdes completamente.

El proceso es gradual, pero al mismo tiempo cuando te das cuenta que tan fuertes son los síntomas, te golpean cómo una tonelada de ladrillos.  Cuando ya no puedes correr, ya no puedes jugar tus deportes, ya no puedes dormir bien, ya no puedes reconocerte en el espejo, puede ser difícil seguir.   

Estoy en la tercera etapa.  Pronto no voy a poder caminar sin ayuda, no voy a respirar sin esforzarme y voy a necesitar que otra persona prepare mi comida.  No quiero admitir esto, pero va a ser patético.  Espero que pueda aguantarlo con dignidad.

A lo largo de la tercera etapa tendré que controlar la manera en que pienso.  Será fácil estar deprimido sobre mi condición.  Será fácil darme por vencido.  Pero, aunque estoy enfermo y no siempre puedo hacer lo que quiero, todavía es importante vivir.  Te tengo, y una familia y amigos también.  Es interesante que siento que estoy en una posición mejor que siempre de disfrutar y ayudar a otras personas.  Será especialmente importante estar contigo, más cerca que siempre.  No, he decidido que voy a seguir viviendo hasta el último aliento.  Es mejor así.

La enfermedad, sin duda, es incurable y mortal.  Hay muchas cosas que puedes hacer, pero la mayoría son estéticas, son superficiales.  Hay otras cosas que puedes hacer que son un poco más fundamentales, pero solo retrasan la inevitabilidad.  Creo que la clave es que no me pierdo en mí mismo, que no soy un esclavo de mi desgracia.  Es mejor mantener una buena actitud y aprovechar al máximo el tiempo que todavía me queda, que paso contigo, la mujer de mi vida.

Si, estoy envejeciendo.  Tengo la enfermedad de envejecimiento.  Estoy muriendo.  Quería que fueras la primera persona en saber.  Por favor, no les digas nada a los hijos.  Prefiero que no se preocupen por mí.  Todavía no es la hora apropiada.  Prefiero compartirlo solo contigo por un rato.  Es nuestro secreto.

Hemos estado juntos por mucho tiempo, en tiempos buenos y malos.  Espero que te quedes conmigo en mi ultimo viaje.  Claro, sé que no vas a abandonarme.  No eres así.  Disfrutemos nuestros últimos años que tenemos juntos.  Creo que pueden ser los mejores, a pesar de mi enfermedad.  Será la finalización de lo que nos prometimos hace muchos años. 

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