A lo largo de mi vida, siempre he disfrutado las historias reales del mundo más que las de ficción. Las historias de los romanos, los griegos, los revolucionarios, los vaqueros, y las guerras del mundo me encantan. Pero las aventuras de los exploradores del mundo del siglo XV y XVI son las que me fascinan más.  Cuando tenía 15 años mi papá estaba leyendo un libro que parecía como un libro de texto, un libro que un estudiante en una universidad leería.  ¡Tenia 700 páginas!  ¿Que podría haber sido tan interesante para que valiera la pena leer un libro tan largo?  Después de que lo terminó, tuve que saber.  Lo agarré y empecé a leerlo.  Después de leer el primer capítulo, me enganchó totalmente.  En lugar de mis estudios, devoré el libro entero en poco tiempo.  El libro es “El descubrimiento europeo de América: los viajes del norte” por Samuel Elliot Morison.  Pero, quería más.  No estaba satisfecho.  Rogué a mi papá que comprara el próximo volumen, Los Viajes del Sur.   Leí este libro, otras 800 páginas con el mismo entusiasmo. 

De ahí leí historias de muchos de los exploradores incluyendo Cristóbal Colón, Fernando Magallanes, Vasco de Gama, Vasco de Bilbao, Alexander Mackenzie, Hernán de Soto, Jacques Cartier, Martin Frobisher, Francis Drake y otros.  Estas historias me fascinaron.  Todavía creo que son las historias más interesantes de todos los tiempos.

Tengo una estantería en mi recámara que contiene todos los libros que considero importantes.  Entre mis libros de la historia de inglés, de los lobos y de la física, están mis libros de los exploradores.   Es mi santuario de libros que me han dado mucho placer.  Pero, hay un libro que se destaca.  Es “La conquista de México” por William H. Prescott. El señor Prescott es un escritor estadounidense que vivió desde 1796 hasta 1859.  Este historiador de muchas cosas hispanas, escribió su libro sobre Hernán Cortés y su invasión de México usando sólo fuentes primarias y la pericia de otros científicos. Es uno de los primeros textos sobre dicha conquista que está completo y que tiene una perspectiva científica.  Fue publicado en 1843.  Lo que es increíble de sus esfuerzos es que el señor Prescott era completamente ciego.  

Obtuve una copia de este libro en la década de los ochenta.  Es una versión que fue imprimida en 1922.  Alguien que creo que era el dueño original de mi copia escribió su nombre dentro de la tapa, “Louis Lester Ehrlich, 1924” en lápiz.  Fue hace casi un siglo.  Si lo conoces, dile que tengo su libro.  El señor Prescott escribió en una manera completamente bella.  No sólo cuenta una historia, pinta un cuadro lleno de color y matiz.  Si pudieras ignorar el racismo y prejuicios de esta época que están en muchas partes del libro, lo disfrutarías mucho.  Creo que es el mejor libro que he leído en mi vida.  Lo he leído muchas veces.

A través de los años siguientes, encontré algunos libros más sobre las aventuras de Cortés.  El único que todavía tengo en mi estantería es “Conquista” por Hugh Thomas.  Es más reciente que el de Señor Prescott, fue publicado en 1993, y por eso no tiene tantos comentarios racistas que son obvios y es más preciso porque hay cosas que se han descubierto desde el siglo XIX.   Es la fuente que usé para este ensayo.

Sé que Hernán Cortés y sus acciones pueden evocar muchos sentimientos en las personas.  Aún el título de mi ensayo podría ser controversial.  Pero en este ensayo no voy a juzgar las acciones ni las decisiones de nadie.  No voy a decir que lo que hizo Cortés fue una invasión ni una conquista ni la cosa más mala hecha en la historia de los seres humanos y que debería estar al lado de Hitler en el infierno.  Tampoco voy a decir que los Aztecas no eran los más amables, que eran esclavos de sus dioses, que sacrificaban miles de personas mensualmente y que conquistaban y oprimían a todas las otras tribus en su región.

No, juzgar a los participantes es un problema de los filósofos.  Pueden resolverlo. Pueden manejar el problema de juzgarlos en el contexto de sus tiempos o en lo que ha sido y será bueno o malo para siempre.

Mi perspectiva es simplemente maravillarme de lo que pasó.  La determinación, perseverancia, crueldad, impaciencia, ingenuidad y auto convicción de los dos lados es increíble.  Puedes decir que es una perspectiva de un niño y que es inmadura.  Estoy de acuerdo.  Acepto la crítica.  Tengo la culpa.  Pero te pido que la aceptes sólo esta vez, que perdones mi indulgencia. 

Además, no voy a re-escribir la historia completa.  Sería un libro y ya hay algunos que son mucho mejores de lo que yo podría escribir.  No, sólo voy a proveer un resumen con los hechos que me interesan. Lo siento, es mi ensayo.

 Bueno, vámonos con la historia ya.

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