Cuando llevé un año aprendo español quise practicarlo. Fuimos a Fuerteventura en vacaciones. Cada vez fuimos a una cafetería o un bar hablé español pero cada vez el camarero contestaba en inglés. Estuve muy decepcionado. Mi mujer decía, “Consigue hablar español.” Un día fuimos a un bar con un loro. Como normal el camarero me contesto en inglés. El loro en el rincón dicho “Hola, Hola, Hola” Yo contesto al loro, “Hola” Y el loro dijo, “Hello”. He dijo a mi mujer. “¡Aún el loro contesta en Ingles!”