Ahora, soy un estudiante de biología y español. No pensé que estudiaría español cuando empecé la Universidad. Pero, tuve que tomar tres clases de lenguas extranjeros para graduarme. Empecé en español uno en la primavera de dos mil catorce. Cuando era en la escuela secundario, tomaba dos clases de español (entre de dos mil nueve y dos mil diez). Pero, no me acordaba nada de estas clases aparte de “hola” y etcétera. En español uno, no me importaba mucho sobre español. Yo era bueno a hablando y escribiendo la lengua, pero pensé mucho a eso. Sin embargo, cuando tomé español dos, todos me pensaba cambió. Yo tenía un profe excelente y él encendió el fuego que alimentó mi amor de español. Todos mis profes después han sido aún mejor y me han ayudado a ser que soy hoy. Ahora, me gustaría seguir aprendiendo y convertirse en fluido en español. Voy a ir a la España el próximo verano para estudiar en la Universidad de Granada. Yo no sé que el futuro tenga para mí, pero espero que podré use español.