Mientras caminando hacía mi piso, tengo ganas de hacer todo. Quiero comer en una manera saludable, quiero hacer las lecciones las más útiles para mis estudiantes, quiero escribir y quiero mejorar mi español. Pero cuando llego a casa, siempre me siento en frente de la televisión o Facebook y quiero comer. Mi piso es generalmente un lugar seguro dónde no tengo que saber el idioma y no tengo que estar en frente de una clase de estudiantes que no quieren hablar en inglés. Hace algunos días que sólo quiero sobrevivir mis clases y regresar a casa. Sin recordar la razón verdadera para estar aquí. Pero así es más difícil porque me hace olvidar de la motivación y entonces, la escuela es un trabajo, nada más.