A veinte y seís años, ya he pasado muchos cambios en mi vida, tanto por lo que es mi caracter personal como que por las tendencías nacionales de los estadounidenses. Un cambio que impactó mi vida de reciente, pero, ha sido lo de irme de un trabajo de revisora (que desideraba hace mucho) y trasladarme al extranjero en Valencia, para trabajar de au pair y cambiar aires. Mi trabajo de revisora no fue lo que esperaba y el ambiente de la oficina me pondria nerviosa. Al principio temia que esa decision era demasiado impulsiva y que era un guiño de me incapacidad de ser responsable y asumir la vida adulta. Pero ahora veo que sea el contrario: que la decision ha sido algo debido a mi capacidad y competencia de ser responsable de mi propria vida y seguir lo que me inspira.

¿Conoces a alguien a quien le haya pasado algo así?

A mi madre ha pasado el cambio de volver a trabajar en una oficina, después de ser casera y la costadura de tres hijos. Le ha cambiado mucho su ritmo de vida: antes, ella cocinaba, limpiaba la casa, invitaba a sus amigos de pareja a nuestra casa para cenar y tomaba siestas después de la comida (tengo buen recuerdos de su habitú de dormir en la sofa con un libro puesto encima de la cara!). Ahora trabaja de geóloga de consulencia en una oficina vasta y está acustumbrada a unas jornadas de trabajo muy largas, incluso las del fin de semana. A ella, se ha vuelto algo menos preocupada con las cosas afuera del trabajo y le tiene menos las tareas de casa—que tampoco nunca le han gustado mucho.