Esta semana tuve una experiencia inusual en el aeropuerto. Había dos mujeres de Francia. Acaban de llegar a Los Ángeles. Ellos me preguntaron con su móvil, como pagar el autobús. Traté de explicar cómo pagar el bus. Ese autobús era inusual porque hay que pagar después del viaje, es decir, hay que pagar cuando te bajas (al bajar?), y solo con tarjeta de crédito. No aceptan efectivo. Me entendieron. Diez minutos después, traté de explicar cómo tienes que pagar el metro. (Ellos querían [quisieron?] ir a Hollywood.) Necesita tarjetas y debe cargar estas tarjetas en una máquina en la estación. No me entendieron, y de repente, una mujer a mi lado (al otro lado del pasillo) comenzó a explicar todo en un francés perfecto. ¡Qué sorpresa! Ella era estadounidense, y es muy inusual que alguien hable francés tan bien.