Acabo de pasar dos semanas viajando sola en Colombia. Me fui con la esperanza de que fuera una experiencia de aprendizaje y la fue. No solo quería hablar en puro español durante todo el viaje sino también tenía la expectativa de que fuera una aventura. Iba a aprender a organizar las reservas, a cómo desplazarme y lidiar con la convivencia en los hostales. También me tocó acostumbrarme a comida nueva y a andar por barrios inseguros. En los países de primer mundo vivimos cómodamente a pesar de que estamos pasando por una pandemia. Tal vez precisamente a causa de Covid los días se hayan vuelto muy rutinarias. Eso no es una buena tendencia, sobre todo a medida que nos envejecemos. La idea fue retarme. sentirme inquieta y superar estas emociones para que mis fronteras personales fueran más amplias.