El año pasado yo fui en un viaje alredor del mundo. Primero manejé al norte en la autopista cinco a el aeropuerto donde pude fui a Portugal. Llegué en Lisbon despues un largo vuelo, y dormí por tres horas en el aeropuerto. Segundo manejé al este en la autopista A6 derecho a Badajoz, España donde quise ver la cathedral de San Juan Bautista. Tercero dejé el carro en Badajoz y tomé el autobús al sur a Gibraltar a visitar con los simios famiosos. Cuarto me puse en un barco y fui al sur y este a Argel. Quinto, en tren y autobús hice mi camino al este a Trípoli. Sexto puse en un otra barco y fui al norte y este a Atenas, Grecia. Arrendí un carro en Athens y séptimo manajé al norte muchos kilómetros a Moscú, Rusia. Octavo estuve cansado y tome un avión al oeste y sur a Santiago, Chile. Noveno Me sentí refrescado que anduve al norte por tres mil seteecientos treinta y ocho kilómetros a Lima, Peru. No quiso estar muerto que decimo fui a la aeropuerto y regresé a los Estados Unidos donde pude dormir para una semana. Hace seis meses que vine casa, y estoy todavía mucho cansado.