Hace muchos años viví en San Angelo, Tejas. San Angelo está ubicado en el oeste de Tejas donde la tierra es plano y hay muchas plantas de rodadora. Me parece que siempre hace calor allí. Qué diferente con el sur de California donde yo crecía.
Una vez, mi amigo Dennis me dijo , “Michael, ¿te gustaría ir conmigo?… voy a montar un caballo”. Nunca había montado un caballo y me pareció que sería interesante. Le dije “Sí, bueno… vamos”.
Alquilamos dos caballos de un rancho. Por cinco minutos andamos lado a lado montados por caballos… hablando de nuestras novias…. de repente, mi amigo gritó “¡Vamos a carrera!”
El caballo de Dennis empezó corriendo muy rápidamente…. MUY rápidamente. Sin previo aviso, mi caballo también comenzó corriendo MUY rápidamente. Mis pies ya no estaban en los estribos y me sostenía a mi mismo solamente por los riendas. Traté de parar el caballo pero él no obedeció.
Después un minuto de correr, el caballo corría en una carretera. Caramba! Oh no! Qué voy a hacer. Todavía él no me obedeció. Finalmente, el caballo estúpido decidió salir de la carretera y volver al rancho. Cuando llegamos, yo desmonté del caballo y me dije a mí mismo “Nunca más”.
Yo supe muy bien que no iba a tener una carrera como caballero. Un trabajo en un escritorio me pareció mejor.