Cuando era pequeño solíamos jugar al fútbol frente a mi casa. Lo hacíamos al salir de la escuela, cuando el sol aún iluminaba los campos con la suficiente intensidad como para que viéramos lo que estábamos haciendo. En la lontananza el horizonte se teñía de rojo. Nunca fui muy bueno para los deportes. En general, jugaba de arquero. No lo hacía del todo mal. Me gustaba saltar en el aire para atrapar la pelota al vuelo. Era agradable hacerlo. Mis amigos tampoco jugaban muy bien que digamos. Eran todos unos patas de palo que apenas si se movían con la pelota entre las piernas. En fin, dábamos lástima. De cualquier manera, nos divertíamos mucho.

Language (The language you are writing in)