JOURNALISTS are supposed to check their facts, but when editors are sacked rumours will do. Some see dark political forces behind the ousting of editors at Spain’s three big dailies, El País, El Mundo and La Vanguardia. But the upheaval also reflects a deeper business crisis.
Los periodistas supusieron a revisar sus hecho, pero cuando los editores están destituidos, la conspiración es suficiente. Un poco de la gente ve las fuerzas detrás de la destitución de los editores de los tres grandes empresas de periódicos en España, El País, El Mundo, y La Vanguardia. Sin embargo, el cambio radicalmente también puede reflejar el profundo crisis de la industria / empresa.
Until last month, Pedro Ramírez had edited El Mundo from its birth 25 years ago. Famed for investigations, sharp-tongued columnists and conspiracy theories, it ruffled many feathers. Mr Ramírez blames Mariano Rajoy’s ruling Popular Party (PP) for his sacking. The new editor, Casimiro García-Abadillo, points to poor sales, which have halved in five years, and says Mr Ramírez alienated readers loyal to Mr Rajoy who found a feud over PP corruption too personal.
Hasta un mes anterior, Pedro Ramirez fue el editor de El Mundo desde se nació el 25 años pasado. El periódico famoso por su investigación, los columnistas controversial y la teoría conspiratoria, se agitó muchas gentes. el Sr. Ramirez acusa el PP del Sr. Rajoy por su destitución . El nuevo editor, CGA, explicó que la disminución de las ventas que han disminuido por el 50% (la mitad de las ventas) durante los cinco años y que el Sr. Ramirez tenía un sentimiento personal sobre la corrupción del PP, se aliena los lectores de periodico leal al Sr. Rajoy.
El País editor, Javier Moreno, also pursued corruption. But he has overseen a fall in circulation and last year sacked almost a third of the staff, damaging morale even as he cut operating losses.