La inmigración puede ser positiva para un país receptor por que la gente que viene ya tiene habilidades que contribuyen al mercado. Y su nuevo país no tiene que pagar por la capacitación como lo hace para sus propios ciudadanos. En adición, los inmigrantes traen un punto de vista diferente que es importante para promover innovación y desarrollo en una economía. Solo tenemos que mirar al país más rico en todo el mundo, EU: un país de inmigrantes, para confirmar esto.
Pero la inmigración puede ser negativa también. Por ejemplo políticos conservadores generan miedo de la inmigración para ocultar sus acciones como robos y otras conductas ilegales en el país y a sus los ciudadanos. Además, los inmigrantes trabajan por menos dinero que los ciudadanos del país receptor. Esto ha contribuido a la fractura de los sindicatos que luchan por la justicia social y la igualdad contra la influencia del poder multinacional de las corporaciones.