Yo soy una chica soñadora, y ya no me hace falta intentar no serlo. Yo la soy, y eso me hace, definitivamente, feliz. La vida se convierte en algo mágico (como en verdade lo es) y no desperdicio nada de nada de ella. Me encanta vivir en harmonia con la grandeza de la vida. Necesito de esto, para mi es como respirar. Ay que abrir los ojos a cada amanecer y tener en la mente y el corazón qué grandioso es este mundo, qué misteriosa y perfecta es la vida y como se desarrollan todas las cosas. Mi corazón hasta se puede doler cuando pienso: Yo hago parte. Sí, hago. Es bellísimo persarlo. Yo hago parte y soy esencial en este tiempo y lugar para la perfección de la naturaleza. Mi interación con los seres humanos que se ubican al mi alrededor los hacen completos, soy esencial. Soy "la parte de ellos que falta", su completud. !Qué mujer me he tornado! !Qué rica logré ser! De verdad, lo tengo que deciros: no soy una soñadora. Soy solamente una persona que pudo, por la Gracia de Diós, divisar como la vida REALMENTE es. 

Eso, te los dedico a todos mis compañeros, que llevan en la mochila mucha pasión y determinación. Los quiero mucho. Abrazos.