En la tercera semana del mes de enero tiene lugar cada año la Ati-Atihan que es una de las fiestas más conocidas de Filipinas. La fiesta cuyo nombre proviene de la palabra “ati” se celebra durante una semana entera para rendir homenaje al Santo Niño, aunque la fiesta no llevaba ningún significado religioso al principio.
Ati se refiere a los antiguos habitantes de la isla de Panay en la que se cree que la fiesta empezó durante el siglo XIII. Los Atis eran gente bajita que además se caracterizaba por su piel negra y pelo rizado y corto. En aquel tiempo, los Atis vendieron una parte de su tierra a los Maraynones que habían venido de Indonesia a establecerse en Panay como inmigrantes. Tras la venta de su finca a los Maraynones, los Atis decidieron irse a vivir a las montañas mientras que los Maraynones se quedaron en el campo.
Un par de años más tarde se produjo desgraciadamente una mala cosecha, cosa que hizo que los Atis bajaran de nuevo de las montañas a regresar al campo para pedirles alimentos a los Maraynones. Los inmigrantes procedentes de Indonesia ayudaron a los Atis sin vacilar y fue asi como empezó una gran amistad entre los dos pueblos. Desde entonces los Atis ya iban acudiendo una vez al año a los Maraynones para pedirles alimentos y, a cambio de esa ayuda, bailaban y cantaban para hacer saber su agradecimiento.
A lo largo de los años, esa costumbre se convirtió en un importante acontecimiento en el que participaban también los Maraynones que, siendo gente de piel clara, manchaban sus caras con tinta negra para rendir homenaje a sus amigos Atis. En los tiempos que corren, son muchos los turistas que van a la isla de Panay para presenciar la fiesta de Ati-Atihan durante la que se hace una cabalgata de gente bailando por las calles con disfraces coloridos y caras manchadas de tinta negra.