Esto es un asunto muy controvertido en los países receptores porque es una percepción errónea sobre la inmigración. Por eso, voy a analizar los opiniones de dos economistas norteamericanos que especializan en esta tema para demonstrar que no debemos echar la culpa a los inmigrantes por los salarios bajos en los Estados Unidos (EU).
Primero, Piri (2017) nota que la inmigración es un positiva para la economía de EU. Además, según él, los inmigrantes hacen que suben los salarios en todo el país a pesar del estancamiento de los sueldos desde 1980.
En contrario, Borjas (2016) plantea que debido a la inmigración los obreros de mano borato nativos ganan menos actualmente que hace veinte años. Él subraya que los ahorros desde los salarios bajos se acumulan al sector corporativo. En consecuencia, Borjas está en acuerdo con Piri que la inmigración es una positiva para la economía, excepto que los beneficios se distribuyen desigual.
Pero, el gobierno podría resolver este problema, si gravara al sector corporativa más o aprobara una ley del salario mínimo más alto.
En consecuencia, podemos ver que la economía política de EU y los opciones que se han tomando durante los últimos cuarenta años deben echar la culpa por los salarios bajos en lugar de la inmigración.