Tengo una gata se llama Nemo.  Sí, ella es una hembra con ese nombre de su dueña previa y yo no quería cambirla porque a mi hija se le gusta.  Nemo es una de seis gatos actualmente viviendos in mi casa.  Yo sé muchos gatos (y una perrita, un pes, y un largato).  De hecho, ahora mismo Nemo ha entrado la habitación conmigo.  Tal vez ella sabe que yo estoy escribiendo sobre ella.  En fin, Nemo tiene trece años.  Ella es una gata muy gorda, 7 kilogramos ahora.  Pero hace cuatro años ella empezó a perder peso.  Y bebiendo demasiado agua.  Y orinaba demasiado.  Llevéla al veterinario y discubré que ella tenía la diabetes.  Desde entonces, ella ha necesitado insulina para reducir el nivel de azúcar en su sangre.  ¡Mucha insulina para un gato!  Ahora once unidades de Lantus dos veces al día.  La mayor cuantidad de cualquiera gato antes que mi veterinario ha tratado fue ocho unidades dos veces al día.  !Nemo gana el premio!  Bueno en realidad, no.  El problema no es ningún efecto secondario de la insulina.  El problems en los Estados Unidos es el costo de insulina (y otra medicinas).  Voy a contaros esa historia mañana.

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