Hemos llegado aquí, a dónde estamos y a cómo somos ahora en el siglo XXI, en este estado físico, emocional, cultural, tecnológico e intelectual después de un camino largo y realmente inesperado. Desde un inicio poco propicio, hemos llegado a ser los reyes del planeta. Nos destacamos de todos los otros animales. No estamos entre los más fuertes ni los más rápidos y estamos entre los peores en las habilidades de volar, oler, nadar y ver. Sin embargo, dominamos el mundo. Los otros animales nos sirven. Si son tiernos o tenemos el capricho, dejamos que vivan. Claro, me dices, es porque somos más inteligentes. Pero, ¿es la verdad? Claro, crees que no hay otro animal que pueda escribir un libro sobre como organizar tu clóset, ni que pueda inventar youtube para que podamos ver videos de gatos y perros peleando. Ok, tienes sentido, somos los más inteligentes. Pero al mismo tiempo, si alguien escondiera comida, apuesto que un oso podría encontrarla antes que nosotros. También, al menos en mi familia, pero seguramente en otras también, mi perro es mucho mejor que yo en influenciar a mi esposa a hacer algo que no quiere hacer. Además, ¿has visto a un cachorro hacer un berrinche porque una tienda no tiene su sabor favorito de helado? No, claramente los animales tienen algunas mejores cualidades que nosotros y se puede medir la inteligencia de muchas maneras diferentes.
Desafortunadamente, no hay una sola respuesta que pueda explicar nuestra dominancia. Aunque ocurrió recientemente en términos de la historia de la vida en el planeta, desde nuestra perspectiva, tomó mucho tiempo e incluyó muchos desarrollos, algunos interconectados y otros independientes. En este ensayo vamos a hablar sobre algunas de las claves de nuestra evolución. Pero, prepárate. No tenemos todas las explicaciones. Muchas están perdidas para siempre en la oscuridad de nuestro pasado. Sólo algunos de nuestros antepasados dejaron pistas, un hueso por acá, una herramienta por allá. Es un rompecabezas y nos faltan muchas piezas. Muchas veces sabemos lo que pasó, pero no cuándo y cómo. Entonces este ensayo es una lista de preguntas tanto como una lista de respuestas.
El Inicio
Hace 5 millones de años nuestros antepasados apenas eran monos, de hecho, eran más lémures que monos. Vivían en árboles. Tenían miedo de todos los predadores en la selva. Buscaban nueces y fruta en los árboles. Quizá robaban las sobras de los predadores más grandes cuando se les daba la oportunidad. Nada del animal que era nuestro antepasado se destacaba de las otras miles y miles de especies. Sólo son impresionantes por sus descendientes, los gorilas, los chimpancés, los orangutanes y los humanos. Supongo que son como abuelos orgullosos en el cielo ahora. Pero, ¿tenían almas? Lo siento, me aparto del tema.
Hace millones de años un grupo de nuestros animales ancestrales, probablemente los que vivían cerca de una sabana empezaron a divergir en una dirección diferente que los demás. Mientras nuestros primos, los chimpancés, los bonobos, los orangutanes y los gorilas evolucionaron en las selvas, tomamos un camino diferente. Empezamos a desarrollar rasgos y habilidades diferentes. Aquí hay una lista de cada uno de estos rasgos. La secuencia en que los explico no es al azar, pero tampoco sigue una línea de tiempo precisa. Claro algunos ocurrieron simultáneamente, pero otros, no sabemos cuándo pasaron. Continúa siendo un misterio.
Claro, evolucionamos en África. La evidencia de África dice que había muchas versiones de nuestros antepasados. Me gustaría decir “especies” pero no es correcto porque la mayoría de las versiones diferentes podían aparearse exitosamente. Entonces no hay una sola línea que podamos rastrear desde una criatura en los árboles hasta el humano moderno. Había muchos callejones sin salida. Luego, hace cientos de miles de años, los seres humanos futuros empezaron a salir de África. Sabemos esto porque hay evidencia de sus vestigios alrededor de China, Europa, Siberia y el Medio Oriente. Un ejemplo es el neandertal, el famoso hombre de la cueva. Los neandertales llegaron a lo que ahora es Europa hace más o menos 400 mil años y permanecieron allí hasta sólo hace 30 mil años. El homo erectus llegó a China posiblemente hace un millón de años y vivió allí por cientos de miles de años. Sólo hace cien mil años había al menos seis diferentes tipos de seres humanos viviendo en el planeta al mismo tiempo. En ciertos casos compartían las mismas regiones. El último en morir vivió hasta hace sólo 10 mil años, aproximadamente cuando nuestros antepasados directos estaban en la primera etapa de la agricultura.
Nuestros antepasados salieron de África hace más o menos 70 mil años. Nos tomó aproximadamente 50 mil años poblar todos los continentes del mundo (bueno, con la única excepción de La Antártida). Llegamos a Europa hace 40 mil años y a Australia sólo un poco después. Llegamos a Las Américas hace 15 mil años y esto terminó nuestra primera ola de migración. Pero hubo muchas más. Hemos aprendido mucho de las migraciones de nuestros antepasados últimamente por estudiar nuestros genes. Primero, un hecho muy interesante es que todo el mundo fuera de África tiene una madre en común. Es decir que hubo una mujer que tenía una mutación en sus genes hace 70 mil años y todo el mundo fuera de África tiene esta mutación. Los que son nativos de África no la tienen. Entonces debió haber sido un grupo pequeño que salió una vez para poblar el mundo fuera de África. Si hubiera habido muchas olas antes y después, no todo el mundo tendría esta mutación actualmente. Otra cosa que hemos aprendido de los estudios es que somos una especie a la que le gusta viajar. Somos nómadas. Los estudios identifican 5 grupos distintos de gente que poblaron Europa uno tras otro. No es que encontremos un lugar y nos quedemos allí para siempre. Seguimos vagando por el mundo, siempre buscando algo mejor, por milenios.
Pero los que poblaron los otros continentes tenían más de una sola mutación. Tenemos que considerar el impacto que teníamos en cada lugar en el cual permanecimos. Los fósiles nos cuentan lo que pasó. En cada continente al que llegamos, había muchos animales grandes y después de estar menos de mil años en cada lugar, los animales grandes desaparecieron. En América del Norte había mamuts tan grandes como los elefantes de hoy, osos que pesaban más de 800 kilogramos, y un felino, el tigre dientes de sable, que pesaba 700 kilogramos, mucho más que los felinos grandes de hoy. Todos desaparecieron hace 10 mil años, muy poco tiempo después de la llegada del ser humano. En Australia había un marsupial del mismo tamaño que un hipopótamo, un canguro que pesaba 40 kilogramos y un león marsupial que pesaba 200 kilogramos. Todos desaparecieron menos de mil años después de la llegada de los seres humanos. Entonces, teníamos algo que los otros humanos que habían llegado cientos de miles de años antes no tenían. Los arqueólogos están de acuerdo que fuimos nosotros los que eliminamos a los animales grandes. Claro, estos animales no tenían suficiente tiempo para evolucionar defensas que pudieran protegerlos como los de África. Pero también teníamos que ser inteligentes y teníamos que cazar en equipo para matar un animal tan grande como un mamut. Bueno, es interesante que no haya evidencia de que los neandertales mataban a los mamuts. Entonces, teníamos una ventaja y la aprovechamos.
Es tiempo de echar un vistazo a los cambios más importantes en nuestra evolución.