A mí me parece que a uno no le hace bien reflexionar demasiado sobre la vida. Tenemos nuestra mente y nuestro corazón para nos guiar en las decisioes, pero me parece que en la normalidad de la vida, hay otra cosa que nos impulsiona. Es como nuestra fuerza natural, la de seguir, casi por intuición, lo que es mejor a nosotros mismos. 

Es interesante como a veces esa fuerza se sale mejor sola, sin el sonido de la razón, principalmente. Incluso yo creo que debería ser simpre así. 

Yo tengo ganas de tener la sensación de estar tomando de la vida su mejor provecho, no solamente de placer, pero de llevar a cabo las cosas que mi propongo como persona. Pero eso a veces se tenciona y se convierte en una gran inseguridad sobre estar o no en un "camino correcto".